domingo, janeiro 27, 2013

sexta-feira, janeiro 25, 2013

Kichwa de Sani Isla en Ecuador nos está pidiendo ayuda

En el corazón de Ecuador, una mega empresa quiere perforar la selva amazónica más virgen para convertirla en un pozo de petróleo. El pueblo Kichwa de Sani Isla, que está resistiendo ferozmente, acaba de pedirnos ayuda para salvar su hogar

Los Kichwa habitan en un territorio donde los jaguares viven libremente y una sola hectárea tiene más biodiversidad que todo Norte América. Por eso, desde hace años, la comunidad firmó un acuerdo declarando que nunca vendería sus tierras. Pero ahora, el gobierno de Ecuador está tratando de comprarlos y devenderle cuatro millones de hectáreas de la Amazonía a las petroleras. El presidente Rafael Correa está en plena campaña electoral y debe aclarar su posición sobre el medio ambiente y los derechos de los pueblos indígenas. Si podemos generar un escándalo global y convertir la protección de la Amazonía en un tema electoral, podremos frenar esta fiebre del petróleo

Hasta ahora esta valiente comunidad ha permanecido firme, pero las petroleras podrían llegar en cualquier momento -- por eso nos piden apoyarles para salvar la Amazonía. Firma esta petición ahora y compártela. Si un millón de personas nos sumamos, crearemos una tormenta mediática que haga recapacitar a Correa: 


Después de que Texaco y otras compañías petroleras contaminaron el agua de Ecuador y devastaron irreversiblemente sus valiosísimos ecosistemas, Correa consiguió que su país fuera el primero en reconocer “los derechos de la Madre Tierra” en su Constitución, anunciando que Ecuador no estaba en venta. Además, puso en marcha una innovadora iniciativa para que otros países contribuyan a que Ecuador no explote el petróleo de un área del Parque Nacional Yasuní -- y así proteger su increíble riqueza natural en vez de destruirla. Pero ahora Correa está a punto de vender la Amazonía. 

Sorprende que parte de las tierras de los Kichwa están dentro del Parque Nacional Yasuní, pero el plan maestro de Correa es aún más chocante. En pocos días, funcionarios públicos iniciarán una gira mundial para ofrecer a inversores extranjeros los derechos de explotación petrolera en cuatro millones de hectáreas al sur de la Amazonía (un área más grande que Holanda). Ecuador, como cualquier otro país, puede argumentar que tiene derecho a beneficiarse de sus recursos naturales, pero no puede obviar los derechos constitucionales de los pueblos indígenas y de sus preciosos bosques.

Ahora mismo Correa lucha por ganar su reelección. Es el momento perfecto para hacerle cumplir sus promesas medioambientales y lograr que la Constitución de la Pacha Mama cobre valor. Firma ya para apoyar al pueblo Kichwa en la defensa de sus bosques: 


Nuestra comunidad ha luchado año tras año por la conservación de la Amazonía en Brasil y en Bolivia, y ha conseguido importantes victorias en solidaridad con las comunidades indígenas. Ahora llegó la hora de Ecuador. Respondamos a este urgente llamado a la acción y defendamos la selva amazónica. 

Con esperanza y determinación, 

Alex, Pedro, Alice, Laura, Marie, Ricken, Taylor, Morgan, Luis y todo el equipo de Avaaz 

Más información: 

Pueblo Kichwa asegura que morirá luchando por salvar el Amazonas (Veo Verde) 

Segunda carta abierta del pueblo Kichwa al Gobierno Nacional de Ecuador (Oliwatch Sudamérica) 

La pugna por el petróleo de la Amazonía (BBC) 

Ecuador inicia subasta de petróleo en medio de protestas indígenas (Global Voices) 

Ecuador buscará petróleo en la Selva Tropical (Clan Eco)

Indígenas ecuatorianos y el presidente Correa enfrentados por el petróleo de la Amazonía (Ecología Verde)

terça-feira, janeiro 08, 2013

La Verdad de los Luchsinger en territorio mapuche en Vilkun


Un trabajo del historiador Martín Correa señala que Adán Luchsinger Martí y sus hijos no sólo compraron terrenos que habían sido arrebatados a los mapuches en Vilcún. También acusa que corrieron deslindes y cobraron en suelos las deudas que los comuneros adquirían en la pulpería de los patrones.
Los fundos de la familia Luchsinger en Vilcún, cinco en total, se remontan a 1906, cuando el colono suizo Adán Luchsinger Martí compró 60 humildes hectáreas a un inmigrante alemán. Más de cien años después, las tierras del clan en esa zona suman 1.200 hectáreas, las que son reclamadas por las comunidades mapuches vecinas. (Texto integral)