Na Amnistia Internacional Peru. Edwin Chota Valera, Jorge Ríos Pérez, Leoncio Quinticima Meléndez y Francisco Pinedo, asháninkas pertenecientes a la comunidad de Alto Tamaya-Saweto en la región Ucayali, fueron asesinados la semana pasada. Los presuntos autores del crimen serían madereros ilegales de la zona.Según ha informado la prensa, el pasado 1 de setiembre los cuatro nativos habrían encontrado una base maderera ilegal en los confines de su territorio. Como ha manifestado la Defensoría del Pueblo, el líder indígena Edwin Chota y otros dirigentes de su comunidad han denunciado en repetidas oportunidades la presencia de madereros ilegales en sus tierras.El presidente de la Asociación de Comunidades Nativas Asháninkas de Masisea y Callería (Aconamac), Reyder Sebastián Quinticuari ha señalado que las cuatro personas asesinadas encontraron a los madereros y trataron de convencerlos de que abandonen sus territorios. De acuerdo con esta versión difundida por medios de prensa, en respuesta a esa solicitud, los asháninkas fueron agredidos, asesinados y posteriormente descuartizados con la finalidad de desaparecer los cuerpos.No se trata de la primera vez que miembros de comunidades indígenas se enfrentan con madereros ilegales, quienes son considerados como una presencia intrusa que depreda el entorno natural. De hecho, el mismo Edwin Chota ya había denunciado en junio de este año estar recibiendo amenazas y exigió al Estado peruano garantías para su vida y la los miembros de su comunidad.Amnistía Internacional está recolectando firmas para pedirle al Fiscal de la Nación y al Ministro del Interior que aseguren una investigación imparcial e inmediata para dar con los responsables y que sean puestos a derecho. Del mismo modo, se le exige a estas autoridades garantizar protección para los otros miembros de su comunidad.
La petición se puede encontrar en este enlace:
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Pronunciamiento de la Defensoría del Pueblo